7 Cosas que He Aprendido al Movilizar Iglesias Inmigrantes en 2022
En 2012 ayudé a establecer una red de iglesias inmigrantes e iglesias que buscaban trabajar con inmigrantes en los suburbios del oeste de Chicago llamada Mosaic. Esta red ayudó a organizar una conferencia anual de misión local. El año pasado, con el lanzamiento de Diaspora Network, una vez más je estado visitando iglesias y líderes inmigrantes en el área de Austin y en todo el país, formando relaciones y escuchando a iglesias y líderes inmigrantes. Mucho ha cambiado 10 años después y mucho ha permanecido igual. Lo que sigue son algunas de las cosas que he aprendido en este año pasado.
Los líderes e iglesias diáspora son verdaderamente la esperanza de renovación para la Iglesia en América del Norte. Si bien la interacción con la iglesia blanca en general en los EE. UU. parece estar en un momento de crisis, mi propia fe ha sido desafiada, renovada y muy alentada por cada encuentro con líderes e iglesias inmigrantes. La marginación, la persecución (particularmente en el caso de los refugiados en sus países de origen) y la pobreza son a menudo fuentes de purificación y formación que dan forma a estas iglesias y líderes para que sean instrumentos de renovación elegidos por Dios, como lo fue para Daniel en Babilonia y para otros heroes bíblicos. En el exilio. Estas fuerzas ayudan a brindar resistencia a los atractivos del poder, los privilegios y la riqueza que a menudo han asaltado a la iglesia estadounidense blanca en general.
Se debe continuar desarrollando y modificando un nuevo lenguaje para hablar con precisión sobre inmigrantes y refugiados de manera que no divida o priorice a un grupo sobre otro en función de cómo llegaron a los EE. UU. o su estado migratorio. Además, se necesita un lenguaje que refleje con precisión la nueva realidad numérica y su tremenda influencia y agencia. El desarrollo y uso creciente de la teología y el lenguaje de Diáspora es un paso positivo en esta dirección. Palabras y frases como "iglesia étnica", "minoría étnica" o "minoría" son términos inexactos y deben descontinuarse. Las iglesias y líderes de la diáspora global (tanto de primera como de segunda generación) son el nuevo centro (en términos de a quién Dios está usando) de la iglesia en los EE. UU. y en muchos casos, si no lo soy ya, se están convirtiendo en una mayoría numérica de cristianos activos en este país (y otros paises de Europa y el Norte Global). Esto tiene profundas implicaciones sobre cómo pensamos en la iglesia y en la misión en general. Muchas iglesias de diáspora son en realidad multiétnicas, multiculturales y multilingües una realidad compleja que las iglesias estadounidenses blancas “étnicas” encuentran difícil de comprender. Por ejemplo, muchas iglesias latinas son multirraciales, multiétnicas y multinacionales, siendo el idioma español el denominador común que las une a través de una amplia gama de diferencias. También, por ejemplo, muchas iglesias africanas reúnen a personas de varios países e idiomas, etc.
Invertir en iglesias y líderes inmigrantes es impactar al mundo “aquí” y “allá.” Asociarse con líderes de diáspora debería ser una de las estrategias de misión global clave de la mayoría de las iglesias, pero requiere una reelaboración/estructuración significativa de los modelos actuales que todavía se construyen principalmente en torno al envío unidireccional ("de Occidente al resto del mundo" ). Los líderes de diáspora y las iglesias son verdaderamente fuerzas notables por su profundo impacto haciendo mucho con muy poco y de manera sacrificial. Casi todos los líderes de iglesias inmigrantes que conocí el año pasado se han involucrado en un ministerio intercultural local (no solo entre su propio grupo étnico/cultural) además de estar involucrados en una misión global y lo hacen con muy pocos recursos o visibilidad.
Un profundo compromiso con la oración y el ayuno es uno de los principales dones que la iglesia inmigrante trae a la iglesia estadounidense en general. Casi todas las iglesias de inmigrantes con las que he trabajado el año pasado tienen un ritmo semanal (si no diario) de oración y ayuno. Esto no se ve mucho en la iglesia norteamericana. Es algo que se ha perdido. La oración debería ser fuente de vida para la Iglesia. Es una realidad que la iglesia inmigrante respira y rezuma. La pandemia obligó a muchas iglesias de inmigrantes que no habían usado mucha tecnología a comenzar a usar herramientas de videoconferencia como zoom. Muchos líderes inmigrantes ahora organizan reuniones de oración para personas de su grupo étnico/diáspora en todo el mundo. Por ejemplo, un pastor nepalí aquí en Austin tiene una reunión diaria de oración por zoom que dura varias horas e incluye cristianos nepaleses y butaneses en 10-15 países (incluidos Israel, Irak y el Reino Unido) todos los días.
Los dones de las iglesias blancas y asiáticas, afroamericanas, multiétnicas y otras más establecidas en los EE. UU. (dones como estructura, estabilidad, responsabilidad, consejería/terapia, etc.) pueden ser una gran bendición, si se posicionan correctamente, osea bajo el liderazgo y dirección de líderes de la diáspora y líderes de color. Estos dones y recursos que traen son particularmente útiles para la segunda generación de diáspora (los nacidos en USA de padres inmigrantes), nuevamente si se posicionan adecuadamente bajo el liderazgo y la dirección de líderes no blancos.
Hay una Crisis de orgullo y poder en la Iglesia Blanca de EE.UU. Descubrí que es muy difícil reformar a los pastores e iglesias blancos hacia un ministerio centrado en diáspora. El reposicionamiento y humildad requerido para la iglesia estadounidense blanca y los líderes estadounidenses blancos, en particular los de iglesias más grandes y ricas, pueden percibirse como una amenaza. Este es verdaderamente un proceso de formación contracultural que es doloroso y difícil. Cuanto más poder, más difícil es desarrollar la humildad y la capacidad de aprender y avanzar hacia la verdadera reciprocidad. Este poder a menudo se expresa como un deseo de “ayudar”, “enseñar” o “satisfacer las necesidades”, de otros “menos afortunados” todo lo cual puede ser una forma de continuar ejerciendo el poder y mantenerse distante, en otras palabras, de seguir “jugando a ser Dios en la vida de los los pobres” como lo ha llamado Bryant Myers . Ligado a esto hay una profunda falta de conciencia del “otro” y los dones que traen a la mesa.
La mayoría de los esfuerzos de movilización de la iglesia continúan centrándose en las iglesias y líderes blancos con más recursos económicos. En mi experiencia, la mayoría de las agencias paraeclesiásticas continúan centrando la movilización de las iglesias blancas en los esfuerzos locales para dar la bienvenida a los inmigrantes y refugiados, aunque la mayoría de las acogidas en realidad la realizan otros inmigrantes. De manera similar, la mayoría de las movilizaciones para la misión global continúan centrándose en el envío de misioneros estadounidenses blancos. Este centro de gravedad es muy difícil de resistir a menos que se nombre y se haga con mucha intencionalidad. Muy pocos esfuerzos de movilización y comunicación realmente centran a los inmigrantes ya la iglesia inmigrante misma, fomentando las desigualdades en los recursos para la misión. A menudo se invita a los inmigrantes a la mesa, pero no se hace mucho esfuerzo por unirse a las mesas que los líderes inmigrantes ya han establecido ellos mismos. La iglesia inmigrante (y la iglesia Afro-Americana también) es un cuerpo muy diverso y variado que aún no se ha visto ni valorado verdaderamente en la conversación más amplia sobre inmigrantes y refugiados. Un ejemplo es que las iglesias de inmigrantes más grandes, más antiguas y más establecidas (como muchas congregaciones asiáticas multigeneracionales establecidas) tienen un gran potencial para los esfuerzos de la misión glocal, pero son ignoradas y olvidadas casi por completo en los espacios destacados y las conversaciones sobre la misión global y la plantación de iglesias locales y la acogida de el extraño.
¡Dios verdaderamente se está moviendo a través del movimiento de personas! Estoy agradecido por el privilegio de asociarme con y aprender de líderes como el Rev. José y Carmen Zurita en la comunidad latina y los Dres. Samuel y Adora Obi en la comunidad nigeriana y muchos otros.